Los microplásticos están presentes en el medio ambiente y en nuestro cuerpo, y su acumulación en los vasos sanguíneos se ha relacionado con un mayor riesgo de infarto, ictus y muerte, según un nuevo estudio.
La aterosclerosis, que provoca el engrosamiento de las paredes arteriales, puede reducir el flujo sanguíneo y aumentar el riesgo de problemas cardiovasculares graves.
Este hallazgo, publicado en la revista New England Journal of Medicine, subraya la creciente preocupación sobre los efectos de los microplásticos en la salud humana, especialmente en relación con enfermedades cardiovasculares.
Los efectos de los microplásticos en la salud humana
Los investigadores sabían que las sustancias químicas de los plásticos pueden filtrarse y afectar la salud, interfiriendo con hormonas y el sistema endocrino. Sin embargo, este es el primer estudio que atribuye un impacto directo a las propias partículas plásticas.
Philip Landrigan, pediatra y epidemiólogo de Boston College, destaca que este hallazgo cambia la perspectiva sobre los microplásticos y sugiere la necesidad de más investigaciones para comprender su efecto en órganos como el cerebro, los riñones y los órganos reproductores.
¿De dónde vienen los microplásticos?
Aunque el estudio de los microplásticos se remonta a la década de 1970, el término no fue acuñado hasta 2004, gracias a la labor del profesor de biología marina Richard Thompson y sus colegas de la Universidad de Southampton. Su investigación contribuyó a entender lo que hasta entonces había pasado desapercibido: la presencia de pequeñas partículas de plástico en el medio ambiente, un descubrimiento que marcaría un antes y un después en la ciencia ambiental.
Vinculación de los microplásticos con las cardiopatías
El estudio incluyó a 304 adultos que se sometieron a una endarterectomía carotídea, un procedimiento quirúrgico que elimina la placa acumulada en la arteria carótida. Los investigadores analizaron la placa extraída en busca de partículas plásticas, incluyendo microplásticos y nanoplásticos, que se encontraron en cantidades significativas.
Al estudiar las muestras bajo un microscopio electrónico, detectaron partículas extrañas con bordes dentados dentro de los macrófagos, los glóbulos blancos encargados de eliminar cuerpos extraños del organismo. Aquellos pacientes mostraron un riesgo 4.5 veces mayor de sufrir infartos o ictus en los años siguientes.
Aunque no se puede establecer una relación causal directa entre los plásticos y las enfermedades cardiovasculares, se plantea la hipótesis de que los microplásticos podrían provocar inflamación.
Si bien las personas no pueden controlar su exposición a los plásticos en el medio ambiente, adoptar hábitos de vida saludables puede ser más efectivo para prevenir problemas cardiovasculares.
Petramás enfrenta esta problemática
Es innegable que la solución más sostenible consiste en reducir el consumo de plásticos de un solo uso, especialmente en el caso de botellas de agua y bebidas que a menudo se desechan sin pensar en sus consecuencias. Esto provoca que muchos residuos no terminen en lugares apropiados, generando un impacto negativo en el medio ambiente.
Empresas como Petramás están trabajando para abordar este problema, centrándose en la gestión integral de residuos sólidos y promoviendo prácticas sostenibles. Esta compañía 100% peruana y liderada por Jorge Zegarra Reátegui, cuenta con plantas procesadoras que ayudan a cumplir las normativas ambientales del país, asegurando una disposición final adecuada de residuos y disminuyendo la proliferación de vertederos clandestinos.
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