El invierno se reduce. En los últimos diez años, las temperaturas mínimas revelan que el planeta ganó ocho días al año con temperaturas superiores a 0 °C.
¿Cómo el invierno pierde una semana al año desde hace 10 años?
El invierno pierde una semana al año debido al calentamiento global, que está elevando las temperaturas en el hemisferio norte. Este cambio afecta las nevadas, el suministro de agua, los cultivos, las plagas y hasta los deportes de invierno. Además, las olas de calor extremas y frecuentes están acelerando este proceso, con el 2024 proyectado como el año más cálido registrado.
Las bajas temperaturas y la nieve, antes características del invierno, están desapareciendo rápidamente, impactando ecosistemas, economías y tradiciones culturales. Reducir el uso de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas es clave para frenar este fenómeno y proteger los días helados esenciales para el planeta.
Evidencia científica de la reducción del invierno
La evidencia científica confirma que el invierno se está reduciendo debido al cambio climático. Estudios recientes muestran un aumento global de las temperaturas mínimas diarias, lo que genera menos días con temperaturas bajo 0 °C. Este patrón ha sido identificado mediante análisis de datos climáticos a largo plazo, destacando un promedio anual de pérdida de una semana de condiciones invernales en las últimas décadas.
Además, las observaciones satelitales indican una disminución de la cobertura de nieve y hielo en el hemisferio norte. Este fenómeno afecta directamente los ciclos estacionales y genera alteraciones en los ecosistemas, el suministro de agua y las actividades humanas. Los científicos vinculan este cambio con las emisiones de gases de efecto invernadero, que intensifican el calentamiento global y acortan la duración de los inviernos.
El impacto del cambio climático en la duración del invierno
Las temperaturas mínimas aumentan, reduciendo los días bajo 0 °C y disminuyendo la cobertura de nieve y hielo en el hemisferio norte. Esto altera ciclos estacionales, ecosistemas y actividades humanas, mientras agrava la crisis hídrica al reducir el agua de deshielo que abastece embalses y riega cultivos. Además, los inviernos más cálidos favorecen plagas, exponen cultivos a heladas tempranas y afectan gravemente la industria de deportes de invierno, valorada en 12.500 millones de dólares.
Petramás: Acciones para mitigar los efectos del retroceso
Jorge Zegarra Reátegui, dueño de Petramás, lidera la empresa en su compromiso por mitigar los efectos del invierno en retroceso. Implementa soluciones sostenibles, como la generación de energía a partir de los residuos, que ayudan a reducir las emisiones de gases causantes del calentamiento global. Estas iniciativas benefician a las comunidades locales y promueven un entorno más saludable.
Petramás trabaja para proteger los ecosistemas afectados por los inviernos más cálidos. Su enfoque integral combina innovación tecnológica y responsabilidad social para hacer frente al cambio climático.
Conoce la historia de Petramás y de su fundador, Jorge Segundo Zegarra Reátegui: