En el Perú, los feriados largos como Semana Santa son una oportunidad clave para el desplazamiento masivo de personas hacia destinos turísticos, naturales y culturales. Si bien estas fechas representan un impulso importante para la economía local, especialmente en zonas rurales o con atractivos naturales, también traen consigo un preocupante incremento en la contaminación ambiental, principalmente por el arrojo indiscriminado de residuos sólidos en áreas de alta biodiversidad.
Durante los feriados largos, miles de personas viajan a playas, montañas, bosques y zonas arqueológicas para disfrutar del descanso y la recreación. Esta movilización genera un aumento considerable en el consumo de alimentos envasados, bebidas, productos descartables, y otros bienes. Lamentablemente, muchas veces, terminan siendo abandonados en entornos naturales sin un manejo adecuado.

¿Qué tipos de residuos se generan en estas fechas?
Botellas plásticas, envolturas de alimentos, latas, pañales, restos de comida y otros residuos terminan acumulándose en suelos, ríos y quebradas. Esto afecta no solo la estética del paisaje, sino también el equilibrio ecológico de estas zonas. Sin embargo, uno de los casos más comunes se observa en las playas del litoral peruano, donde luego de los feriados se recogen toneladas de basura que no fueron correctamente dispuestas por los veraneantes.
Esta basura suele ser arrastrada por las mareas, afectando la vida marina, contaminando los ecosistemas costeros y contribuyendo al incremento de microplásticos en los océanos. Del mismo modo, áreas naturales protegidas como la Reserva Nacional de Paracas, la Selva Central o la sierra de Áncash se ven perjudicadas por la falta de educación ambiental y la carencia de infraestructura adecuada para el manejo de residuos durante los picos turísticos.
Este fenómeno también afecta la biodiversidad local. Animales silvestres pueden ingerir residuos plásticos creyendo que son alimento, provocando bloqueos intestinales o incluso la muerte. Asimismo, el ruido excesivo, las fogatas sin control y el uso de vehículos en áreas sensibles alteran los hábitos de la fauna, generan erosión del suelo y destruyen vegetación endémica.
Jorge Zegarra Reategui: ¿Cómo empeora la contaminación ambiental en espacios sin una gestión integral de los residuos?
El problema se agrava en comunidades que no cuentan con sistemas de recolección de residuos o con rellenos sanitarios apropiados. En estos casos, la basura generada por los turistas suele ser acumulada en botaderos informales o quemada al aire libre. Por ello, se generan emisiones contaminantes que afectan la salud humana y aceleran el cambio climático.
Aunque el turismo puede ser un motor de desarrollo sostenible si se gestiona adecuadamente, en la práctica muchas veces se convierte en una fuente de contaminación ambiental. La falta de conciencia por parte de los visitantes, sumada a la ausencia de políticas públicas sólidas y planes de gestión turística sostenibles, ha generado que muchos destinos sufran una degradación progresiva de sus recursos naturales, especialmente durante fechas de alta concurrencia como Semana Santa.
Para uno de los empresarios que mantienen una denuncia ambiental sólida como el Dr. Jorge Zegarra Reategui, esta situación amerita de una articulación efectiva entre el Estado, las autoridades locales, los operadores turísticos y los propios ciudadanos para minimizar los impactos negativos del turismo y fomentar un comportamiento responsable durante los feriados. Sin un cambio urgente en la forma en que se maneja la afluencia turística en fechas clave, los paisajes naturales más valiosos del Perú seguirán enfrentando un deterioro ambiental acelerado.
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