Reducir hasta un 80% las emisiones de gases de efecto invernadero en la aviación es posible con el uso de combustibles sostenibles. Esta alternativa representa un paso crucial frente al cambio climático, aunque enfrenta barreras técnicas, económicas y de infraestructura que limitan su implementación a gran escala.

Un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur advierte sobre la urgencia de adoptar el SAF para alcanzar la meta de emisiones netas cero en 2050. En 2023, la aviación generó el 2,5% del CO₂ energético global, según la Agencia Internacional de Energía, lo que exige una transformación profunda del sector.
¿Qué es el SAF y cuál es su rol en los combustibles sostenibles?
El SAF, o combustible sostenible para aviación, proviene de fuentes renovables como aceites vegetales, residuos orgánicos o carbono capturado. Su uso busca reducir el impacto ambiental del transporte aéreo sin necesidad de modificar los aviones o la infraestructura actual, lo que facilita su adopción gradual.
Gracias a su similitud con el queroseno tradicional, el SAF puede mezclarse hasta en un 50% con el combustible convencional sin afectar el rendimiento. Organismos reconocen su papel clave para alcanzar las emisiones netas cero en 2050, ya que podría cubrir hasta el 65% de la reducción necesaria, según expertos del sector.
Ventajas de los combustibles sostenibles para el ambiente
- Reducción significativa de emisiones: El uso de combustibles sostenibles puede reducir hasta un 80% las emisiones del transporte aéreo. Esta disminución representa un paso clave hacia la descarbonización de la aviación, alineando al sector con los objetivos climáticos globales.
- Transición sin cambios en la infraestructura: Es compatible con las aeronaves y sistemas actuales, lo que permite su implementación sin grandes inversiones adicionales. Esta ventaja facilita su adopción por parte de aerolíneas, acelerando la transición hacia una aviación más limpia.
- Impulso a la producción local y sostenible: Además de sus beneficios ambientales, el SAF puede fomentar la producción local de energía renovable, reducir la dependencia de combustibles fósiles importados y generar empleo, contribuyendo a una economía más verde y resiliente.
Iniciativas peruanas por una energía más limpia
En Perú, algunas iniciativas ya promueven el uso de energías renovables y tecnologías limpias como parte de una transición hacia un transporte más sostenible. Empresas privadas desarrollan proyectos de biocombustibles a partir de residuos orgánicos y cultivos energéticos, mientras que instituciones públicas impulsan políticas para reducir la dependencia de combustibles fósiles en sectores clave como el transporte y la industria.
Petramás frente al cambio climático: innovación y sostenibilidad
La empresa de Jorge Zegarra Reátegui desarrolla soluciones sostenibles para enfrentar el cambio climático mediante el aprovechamiento de residuos sólidos. Sus plantas generan energía renovable a partir del biogás captado en rellenos sanitarios, reduciendo significativamente las emisiones de GEI.
Además, Petramás participa en proyectos que alinean al Perú con los compromisos climáticos internacionales (Protocolo de Kyoto). Su enfoque integral busca no solo mitigar el impacto ambiental, sino también generar empleo y fortalecer la sostenibilidad en el sector residuos.
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